sábado, 6 de junio de 2015

Adoro tú piel canela,
tan dulce, tan suave, que hace vibrar mi alma.
no me canso de admirarte, pero tampoco me hace tenerte en un altar,
ya que no es arriba donde debes estar, si no que a mi lado es tu lugar.

Tú hermoso cabello negro me fascina,
desearía acariciarlo noche y día,
mientras susurro secretos de amor a tus oídos,
de manera que la brisa que haga rompa tu tranquilidad,
y te olvides por un momento de tu serenidad.

No suelo decírtelo, pero cada vez que sonríes coloreas mi día,
me encanta la energía que irradias con tu presencia,
tanta perfección que compone tu ser es motivo de amor y alegría,
contigo mujer, yo envejecería.

No me alcanzaría el tiempo para enamorarte de distintas formas cada día,
si un día lees y sientes mis escrituras,
quiero que sepas que dejare la puerta abierta,
para que pases y me hagas compañía,
que pasara mañana?...
No lo se.
Pero el ayer no me es motivo de interés,
y el futuro es algo que no me llama la atención,
ven conmigo a construir algo en este momento,
que perdure siglos, se haga eterno,
y que sea solo nuestro.


Carlos Velásquez Rodriguez

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