sin esperarlo un rayo de luz rompió ese silencio,
el frío fue calidez,
la brisa bailaba con tu cabello,
tu sonrisa era contagiosa,
y tu presencia hacia temblar al universo.
Que bella eres por dentro mujer,
no existe manera de describir tu pasión,
que sin importar junte mil poesías y susurros de amor,
podría tan siquiera resolver tu ecuación.
Un pincel en manos de dios se encargaron de tu creación,
eres frío,
eres fuego,
lo eres todo aunque niegues serlo,
pero ante mis ojos siempre te lo diré en silencio.
La distancia no es motivo para callarlo,
así estés a mil años luz, siempre seras la razón de mi sonreír,
gracias por ser y existir,
sabes que estas letras van para ti,
siempre habrán abrazos allí guardados esperando ser reclamados.
ahora mujer,
muéstrame por ultima vez tu hermosa sonrisa,
bella, brillante e infinita,
arco-iris de pasión y alegría
razón de amor durante mis días
y fragancia que jamas olvidaría.
Castillo solo de mis pensamientos.
Carlos Velásquez Rodriguez